viernes, 22 de junio de 2012

Hache y babi

Cuando se toman decisiones importantes y se dejan caminos atrás no podemos pretender querer recuperarlos tal y como los dejamos.
Las personas cambian. El amor se convierte en recuerdo y ya nada sigue igual.
Querían cosas diferentes. Estaban asustados...debían ponerse demasiado al día como para hacerlo en una noche. El sitio de su primera vez ya no era el mismo. Esta vez llovía. No brillaba aquel sol de ese verano. No había inocencia, pureza, deseo ni ganas. Había dolor. Resquemor y un intento odioso de pasar página y no poder...no poder...
Hasta que, de pronto se cruza alguien en tu camino y piensas :
-Ya nunca, haga lo que haga podré recuperarla tal y como era. Puedo estar bien, genial, feliz...pero ya nunca voy a poder volver a ese punto donde lo dejamos. Entonces es ahí, en ese preciso momento, en el que decides olvidar o al menos esforzarte en intentarlo.
Queriendo a alguien que al fin y al cabo es como tú. Dejándote querer...dándole una oportunidad a otra persona.
Pero jamás volverás a querer con esa locura ni a tener esos sueños como con ella.

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