miércoles, 14 de julio de 2010

a mi amada inmortal


¡Oh, Dios mío! ¿Por qué habrá que estar separados, cuando se ama así?
Mi vida, lo mismo aquí que en Viena, está llena de cuitas.
Tu amor me ha hecho al mismo tiempo el ser más feliz y el más desgraciado.
A mis años, necesitaría ya alguna uniformidad, alguna normalidad en mi vida. ¿Puede haberla con nuestras relaciones?
... ángel, acabo de saber que el correo sale todos los días. Y eso me hace pensar que recibirás la carta en seguida.
"Estate tranquila. Tan sólo contemplando con tranquilidad nuestra vida alcanzaremos nuestra meta de vivir juntos. Estate tranquila, quiéreme. Hoy y ayer ¡cuánto anhelo y cuántas lágrimas pensando en ti... en ti... en ti, mi vida... mi todo! Adiós... ¡quiéreme siempre! No desconfíes jamás del fiel corazón de tu enamorado. Eternamente tuyo, enternamente mía, eternamente nuestros

No hay comentarios:

Publicar un comentario